El primer sábado de Gran Hermano Famosos empezó con las imágenes de la cena que les preparó la producción del programa a los dos nominados, Amalia Granata y Nino Dolce. Y en la “intimidad” (hay que recordar las múltiples cámaras que llenan la casa) ninguno de los dos se guardó nada.
En principio coincidieron en la bronca que les despertaba casi todo el resto de los jugadores, pero ya en confianza, los comentarios filosos comenzaron a aflorar “Es la hipocresía total, por adelante ja ja, ja, ja, y después te la ponen por atrás” dijo Granata, “Si me voy que no me vengan a abrazar, yo les corto el rostro”, indicó Dolce.
Y después, ya sin tapujos la modelo descerrajó “Yo me quiero quedar, pero si te quedás vos te pido que le hagas la vida imposible a todos estos farsantes”, a los que el cocinero respondió “No te hagás problema” dijo Dolce con un guiño cómplice, “es mi especialidad”.
Pero era el cumpleaños de Jacqueline Dutrá, que además de la fiesta que le prepararon sus compañeros, la producción se encargó de hacerle llegar un video con los saludos de su familia, que emocionaron a la ex de Martín Palermo.
A las 23 en punto los 14 jugadores ingresaron al SUM (salón de usos múltiples) decorado con motivos brasileños, desde los globos amarillos y verdes hasta las piñas y los diferentes tragos multicolores a base de frutas. Por supuesto, los integrantes de la casa estaban convenientemente vestidos con atuendos blancos, flores y pedrería, algo así como el atuendo de rigor bahiano.
Cinthia Fernández y Lissa Vera hicieron fueron las más animadas en la noche, seguidas ahí nomás por Pablo Tamagnini y Hernán Caire. Y aunque intentaron crear algún momento “gracioso” con el gas de los globos de helio -que deforma y afina la voz- , la alegría no fue brasilera, tal vez por la falta de alcohol (solo había jugos porque varios participantes están medicados), o por la tristeza aparentemente irreversible de la cumpleañera. La cuestión es que la fiesta fue un poco forzada y los festejos fueron medidos, aún cuando a la hora de la torta ingresaron algunas botellas de champagne con la excusa del brindis.
Lo cierto es que apenas pasados 40 minutos de la medianoche, el SUM parecía una fiesta de 15 pero encima poco exitosa, con los “chicos” bailando y los “mayores” (léase Badalá, Pachu, Otero), sentados y con cara de aburrimiento. A todo este panorama se le agrega que Amalia Granata ni siquiera concurrió al festejo.
En ese momento comenzaron los insistentes pedidos de alcohol del “Roña” Castro, que no fueron satisfechos, mientras casi todos volvieron a la ropa “normal”. Y así, sin pena ni gloria, pasó el primer sábado de GHF, o al menos eso fue lo que pareció hasta la 1.45, cuando Telefé decidió que ya estaba bien y cortó la transmisión.
En principio coincidieron en la bronca que les despertaba casi todo el resto de los jugadores, pero ya en confianza, los comentarios filosos comenzaron a aflorar “Es la hipocresía total, por adelante ja ja, ja, ja, y después te la ponen por atrás” dijo Granata, “Si me voy que no me vengan a abrazar, yo les corto el rostro”, indicó Dolce.
Y después, ya sin tapujos la modelo descerrajó “Yo me quiero quedar, pero si te quedás vos te pido que le hagas la vida imposible a todos estos farsantes”, a los que el cocinero respondió “No te hagás problema” dijo Dolce con un guiño cómplice, “es mi especialidad”.
Pero era el cumpleaños de Jacqueline Dutrá, que además de la fiesta que le prepararon sus compañeros, la producción se encargó de hacerle llegar un video con los saludos de su familia, que emocionaron a la ex de Martín Palermo.
A las 23 en punto los 14 jugadores ingresaron al SUM (salón de usos múltiples) decorado con motivos brasileños, desde los globos amarillos y verdes hasta las piñas y los diferentes tragos multicolores a base de frutas. Por supuesto, los integrantes de la casa estaban convenientemente vestidos con atuendos blancos, flores y pedrería, algo así como el atuendo de rigor bahiano.
Cinthia Fernández y Lissa Vera hicieron fueron las más animadas en la noche, seguidas ahí nomás por Pablo Tamagnini y Hernán Caire. Y aunque intentaron crear algún momento “gracioso” con el gas de los globos de helio -que deforma y afina la voz- , la alegría no fue brasilera, tal vez por la falta de alcohol (solo había jugos porque varios participantes están medicados), o por la tristeza aparentemente irreversible de la cumpleañera. La cuestión es que la fiesta fue un poco forzada y los festejos fueron medidos, aún cuando a la hora de la torta ingresaron algunas botellas de champagne con la excusa del brindis.
Lo cierto es que apenas pasados 40 minutos de la medianoche, el SUM parecía una fiesta de 15 pero encima poco exitosa, con los “chicos” bailando y los “mayores” (léase Badalá, Pachu, Otero), sentados y con cara de aburrimiento. A todo este panorama se le agrega que Amalia Granata ni siquiera concurrió al festejo.
En ese momento comenzaron los insistentes pedidos de alcohol del “Roña” Castro, que no fueron satisfechos, mientras casi todos volvieron a la ropa “normal”. Y así, sin pena ni gloria, pasó el primer sábado de GHF, o al menos eso fue lo que pareció hasta la 1.45, cuando Telefé decidió que ya estaba bien y cortó la transmisión.
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